Roadtrip 2013. Eslovenia (3): Día 3, Ljubljana,Škofja Loka y Bled

  1. Trieste y alrededores.
  2. Cueva de Postojna, Castillo de Predjama, Ziri y Ljubljana.

DIA 3: Ljubljana, Škofja Loka y Bled.

 

Nuestro paso por Ljubljana en este viaje iba a ser corto, ya que lo escogimos simplemente como lugar donde parar a descansar y seguir con nuestra ruta. Pero, aprovechando que Rok se ofreció a hacernos de «guía particular», nos quedamos por la mañana en la ciudad y patear un poco el casco histórico pegado al río y alguna cosa más.

Como dijimos en la entrada anterior, nuestro hotel era el Hotel Park-Urban&Green, un hotel para gente de paso por trabajo mayormente, pero que es un buen lugar para quedarse a precios normales y bien situado. Desayunamos algo rápido en el propio hotel, que tenía un pequeño buffet, y nos preparamos para la visita que Rok nos tenía preparada.

La pequeña y coqueta capital de Eslovenia es una ciudad donde se vive la vida tranquila, adornada de un cuidado patrimonio monumental –entre el que sobresale su Castillo y sus iglesias medievales-, puentes que en varios tramos enlazan las dos orillas del río, plazas y, sobre todo, callejones en los que se esconden agradables cafés, cervecerías y cuidadas tiendas. Es una ciudad verde, muy cuidada y muy amable con el forastero, y eso se nota paseando por ella; y lo que vemos en ella fue diseñado por el famoso y considerado Arquitecto Nacional Jože Plečnik. Y, sobre todo, al ser un país tan pequeño y de distancias cortas, es un muy buen lugar para convertirlo en base para visitar otros puntos del país, si no se quiere ir cogiendo hoteles por otros lados.

No conseguimos ver todo lo más importante, pero son cosas que nos dejamos para el año siguiente, cuando volvimos a la ciudad; así que algunos de los lugares que visitamos ese día, y que consideramos imprescindibles, fueron:

Sus puentes «de los dragones» (Zmajski most) y el «puente triple» (Tromostovje).

Zmajski most - El Puente de los Dragones

Zmajski most – El Puente de los Dragones

El Puente de los Dragones es, junto con el castillo, el símbolo más reconocible de Ljubljana. Se trata de uno de los primeros puentes de hormigón de Europa, y el primero en la ciudad, inaugurándose en 1901 para sustituir un puente anterior de madera, destruido durante un terremoto. Y lo más reconocible de él son sus 4 grandes dragones.

Ljubljana y los dragones van unidos de la mano, ya que existen unas cuantas leyendas que los relacionan. La más conocida es la de Jasón y los Argonautas.

Se cuenta que, después de que Jasón capturó el vellocino de oro, para desorientar al rey Eetes, tomó un rumbo equivocado dirigiéndose hacia al norte, hacia el mar negro, el río Danubio y el río Ljubljanica, para finalmente llevar a cuestas su embarcación desensamblada hasta el mar Adriático. Una vez allí, volvieron a ensamblarla y emprendieron su viaje de regreso a Grecia.

Durante su recorrido, en medio de Vrhnika y Ljubljana, los argonautas encontraron un lago rodeado de pantanos. Según la leyenda, Jasón y los argonautas se enfrentaron con un feroz dragón, que habitaba allí junto a una joven virgen a la que tenía secuestrada. Tras una dura lucha consiguieron matar al dragón y liberar a la joven; de ahí, la otra leyenda que asegura que los dragones del puente mueven la cola cuando una joven virgen pasa entre ellos.

 

Triple Puente - Tromostovje

Triple Puente – Tromostovje

El Puente Triple, como su nombre indica, es un puente formado por tres, y es la postal favorita de la ciudad; y no es para menos, ya que todo el conjunto forman una estampa preciosa. El central fue construido en piedra en 1842, sustituyendo a un antiguo puente de madera del que ya se tenía constancia en el siglo XIII; más tarde, Plečnik añadió dos puentes más, destinados a los peatones. Este puente une la zona del Ayuntamiento y la Iglesia de los Franciscanos con  el casco antiguo hacia el castillo.

En este viaje, dado que parecía un «circuito», apenas paseamos por el casco antiguo; pero es un paseo que vale la pena realizar, ya que sus calles tienen muchísimo encanto.

Mercado Central

Justo al lado del Puente Triple, encontramos un edificio de 2 plantas y largo. Por el lado del río, muchos ventanales; por la parte contraria, múltiples columnas blancas. Se trata del mercado central cubierto de la ciudad, proyectado por el ya nombrado Plečnik.
Bajo estas columnas, casi todos los días hay pequeños puestos de artesanos que venden productos locales, especias, etc. En la plazoleta, encontraremos muchos puestos de madera con fruta y verdura de muy buena calidad, por la que pagas más que en cualquier supermercado, pero la gente opina que vale la pena pagarlo al venir directamente de los recolectores. Para que os hagáis una idea, un kilo de clementinas españolas ronda los 3€, y una bandeja de unos 500gr de frambuesas o moras unos 10€.

Plaza Prešeren

Al otro lado del Puente Triple, nos encontraríamos en la Plaza de Prešeren, poeta esloveno autor de la letra del Himno Nacional. En el siglo XVII se erigió la Iglesia de los Franciscanos de la Anunciación de María, que destaca por su color rosado.
En el centro de la encrucijada que forma la plaza, tenemos el monumento a Prešeren, construido en  1905 y que es obra del arquitecto Maks Fabijani y del escultor Ivan Zajc. La estatua representa al poeta Prešeren (1800-1849) y a su musa con una rama de laureles en la mano.
Mucha gente se fija en la estatua cuando pasan por la plaza, pero pocos se dan cuenta de un pequeño detalle curioso. En una de las fachadas en la vecina calle Wolfova, dirige su mirada hacia la estatua central Julija Primič, el amor no correspondido del poeta.

Plaza del Congreso y Parque Zvezda

Si seguimos alejándonos del río, dando la espalda al Castillo, llegaremos a la Plaza del Congreso, una de las principales de la ciudad. Ya en la época barroca existía una pequeña plaza, la cual fue remodelada completamente para el Congreso de la Santa Alianza en 1821, del que tomó su nombre actual.

En esta plaza encontramos algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como son la sede de la Universidad (palacio donde se llevó a cabo el mencionado congreso), el edificio de la Orquesta Filarmónica de Eslovenia y la Casa Biedermeier, sede de la editorial eslovena más antigua (Slovenska matica).

Parte de esa plaza lo ocupa el parque Zvezda, donde encontramos algunos monumentos, como un ancla de un barco italiano hundido durante la guerra, instalada allí en memoria de la anexión del litoral esloveno y la península de Istria. Entre los restos de la antigua Emona  (la Ljubljana romana) se encuentra una copia de una estatua bañada en oro de un patricio de Emona enterrado en este lugar, ya que esto era un cementerio romano.

El Castillo de Ljubljana (Ljubljanski Grad), símbolo de la ciudad

Vistas desde el Castillo

Vistas desde el Castillo

Visitada esta zona de la ciudad, nos dirigimos con Rok a la zona del castillo. Aprovechamos que venía en coche para subir allí, aunque existe la opción del autobús o el funicular (cuesta unos 4€). Aquí empezamos a descubrir una peculiaridad en nuestro nuevo amigo: le echa un morro bestial a todo y, aunque la zona de aparcamiento era de pago, no se qué debió decirle al guardia que acabamos aparcando gratis.

El Castillo (su página) está en una situación excepcional, sobre el resto de la ciudad; y algo que deja constancia de esa importancia es que existen restos arqueológicos que indican que ya en el s. XII a. C. existían asentamientos allí. Los «inicios» del castillo actual se podrían datar en el s.XIV, aunque sus últimas reformas y que dieron la apariencia actual al castillo son de los siglos XVI-XVII. Antes de llegar a ser la atracción turística que es hoy en día, este castillo pasó por residencia de descanso, fortaleza y prisión provincial… diferentes momentos de su historia que puedes descubrir visitando el interior del castillo y su modesto museo.

Prisión del Castillo

Prisión del Castillo

La verdad es que, si se tiene algo de tiempo, vale la pena entrar por unas cuantas razones. El museo consta de una parte de exposición temporal y, otra fija, con datos sobre la historia del país y del castillo; a parte, puedes subir a la torre principal desde donde tienes una panorámica de 360º sobre la ciudad. ¿Que cuánto puede costar? pues ya depende, pero la entrada al castillo + museos + castillo virtual + ida/vuelta funicular son unos 10€ por persona. ¿Y cuánto pagamos nosotros? pues 6€ los tres, algo que volvía a ser cosa de nuestro Rok, que le empezó a contar no se qué historias sobre grupo de estudiantes (de 2 personas) y creo que, solo por no aguantarle, acabó cediendo el chico de la taquilla.

A parte de la visita al museo, en el patio de armas existen varios restaurantes (donde se come bastante bien, por lo que tengo entendido) y tiendas. Por cierto, si se quiere (aunque con bastante tiempo), el castillo se reserva para bodas y otro tipo de eventos; y, cuando empieza el buen tiempo, se realizan conciertos en su patio.

Parque Tivoli y Museo Nacional de Historia Contemporánea

Museo Nacional de Historia Contemporanea

Museo Nacional de Historia Contemporanea

Cuando bajamos del castillo, nos fuimos directos al Parque Tivoli que, con sus 5 kilómetros cuadrados, es el más grande de la ciudad y se halla a las afueras del centro histórico. Creado en 1813 y reformado en la segunda década del siglo XX, es un enorme parque para pasear y disfrutar. Cuenta con jardines, estatuas, fuentes y un estanque, además del Castillo Tívoli, la Mansión Cekin que alberga el Museo Nacional de Historia Contemporánea, y un jardín botánico.

Nosotros paseamos un poco y entramos en el Museo para conocer un poco mejor el país que estábamos visitando, aparte de ayudarte a conocer por qué la gente es como es y la historia tan intensa de sus últimos 100 años. El concepto de museo es un poco distinto al clásico museo que tenemos en mente, y se agradece, ya que puedes interactuar con algunas de las piezas que tienen o incluso llegas a sumergirte en su historia de una manera bastante personal; y eso no lo logran todos los museos de historia.

Después de esta última visita, nuestro amigo ya nos abandonó porque tenía que trabajar y nosotros empezamos camino hacia nuestra siguiente parada, la ciudad de Škofja Loka.

Škofja Loka

Esta pequeña ciudad se encuentra a poco menos de 40km de Ljubljana, pero ya es un mundo completamente aparte. Como nuestro destino era Bled, esta vez solo paseamos por su casco histórico, sin visitar el interior de su castillo o alguna de las casa museo que tiene.  ¿Es un lugar que vale la pena visitar? pues si, ya que pisar sus calles es como viajar en el tiempo, dado que están prácticamente igual a cuando se construyeron hace 500 años., siendo la ciudad medieval mejor conservada de Eslovenia, y una de las mejor conservadas de Europa.

¿Recordáis que habíamos dicho que los nombres de los lugares son, en su mayoría, la descripción del lugar en esloveno? pues lo mismo pasa con Škofja Loka; su nombre vendría a significar «la ladera del Obispo», y simplemente es así porque en el 973 Otón II regaló el lugar al obispo von Freising. A partir de ese momento, los obispos fueron sus propietarios hasta 1803, cuando pasó a manos austriacas.

Mucho antes de pasar a manos austriacas, en 1511, hubo un gran terremoto que asoló gran parte de la ciudad, dejando en pie una parte del castillo y poco más; así que reconstruyeron la población y el resultado es lo que nos ha llegado.

Después de dejar nuestro pequeño coche-elfo en la avenida-carretera principal, nos fuimos caminando hacia el casco histórico, cruzando por el puente más famoso del lugar, el Puente de los Capuchinos (Kamniti ali Kapucinski Most); fue construido por el obispo Leopoldo a mediados del siglo XIV en forma de arcos semicirculares y sin ninguna protección lateral, algo que acabó por provocar la muerte del propio obispo cuando, en una de sus pasadas por allí, acabó cayendo con su caballo y ahogándose en el río. Cuando,  en 1888 el puente fue restaurado, se le añadieron protecciones laterales metálicas a ambos lados y, en el centro de un lado, colocaron una estatua de San Juan de Napomuk, protector de los puentes, con el escudo de armas de Škofja Loka grabado en su base.

Escudo de Skofja Loka

Escudo de Skofja Loka

Y este escudo es otra curiosidad, porque ¿qué pinta la cabeza de un hombre negro en un país blanco? ¿racismo, signo de victoria sobre algo? NO!!! Fue un premio! Cuenta la leyenda que el obispo Abraham von Freising salvó su vida gracias a sus acompañantes-sirvientes negros, que le salvaron de un ataque de oso y, como agradecimiento, adoptó su semblante como escudo de armas.

Entre las cosas a reseñar, tenemos la Iglesia de María Inmaculada, bajo el castillo de Škofja Loka. La iglesia fue construida en 1358, aunque se reconstruyó después de un incendio en 1669.

Plaza Mestni Trg

Plaza Mestni Trg

Entraremos en la plaza Mestni Trg («trg» significa mercado). En el centro tenemos una estatua de María (Marijino Znamenje) con tres esculturas barrocas, construida  en 1751 para dar gracias por la prevención contra la peste y el fuego (similares a ésta, encontraremos muchas por todo el país, que siente devoción por la Virgen). A un lado tenemos el antiguo Ayuntamiento (Stari Rotovž), la casa mas significativa de la ciudad; en 1972 se procedió a restaurar la fachada, encontrándose algunas pinturas y frescos que antes no se apreciaban.

Existen algunas casas visitables, pertenecientes a personajes ilustres de la ciudad, muchos de ellos relacionados con la pintura. Y eso se nota también en la ciudad, que promociona muy bien la artesanía y muchos otros artes. A nosotros nos llamó particular atención la casa-escuela, que ya es mencionada en 1271, aunque la ubicación actual es de 1627… Eso si, siguen dando clases en ella.

Castillo de Skofja Loka

Castillo de Skofja Loka

Por último, porque todo esto se puede recorrer dando un paseo, subimos a la zona del castillo (fortaleza de Skopje), del que ya hay constancia documentada en 1202, y fue construido por los obispos de Freising.

La información sobre eventos, deportes que se pueden practicar en sus montes, o cualquier cosa de interés la encontramos en su página, que encima tienen versión en castellano.

Después de refrescarnos un poco en un bar de su plaza (sigue apretando el calor), decidimos seguir ya hacia nuestro último destino del día, y la que iba a ser nuestra base durante los siguientes días, Bled, una zona de ensueño a unos 30 minutos en coche.

Bled

Para que no se haga la entrada muy larga y pesada, hablaremos de Bled en la próxima entrada, pero podemos adelantar algo: Bled es el equivalente a cualquier ciudad española de costa, pero en interior; o esa es la impresión que nos dio vistos los atascos que hay para entrar en la zona del lago y la gran cantidad de gente que hay allí.

Lago de Bled, con la Isla y Alpes al fondo

Lago de Bled, con la Isla y Alpes al fondo

Rok tenía razón… Ese lago es precioso, pero es el lago para los turistas. Aún así, hay que ir sí o sí… Y allí que acabamos nosotros.

Después de localizar el hotelillo y dejar trastos, nos preparamos para un buen baño en las aguas de su lago (nadar con cisnes puede hacerse realidad!) y cenamos en uno de sus muchos restaurantes. De momento, en todos los lugares que hemos comido, lo hemos hecho bien, en cantidad y barato.

 

 

4. Bled, los paisajes de cuento también existen.

5. La garganta de Vintgar y el Lago Bohinj.

6. Qué ver en Maribor.

 

Un comentario en “Roadtrip 2013. Eslovenia (3): Día 3, Ljubljana,Škofja Loka y Bled

  1. Pingback: Roadtrip 2015: 17 días en coche por Austria y Eslovenia | NO ESTÁ TAN LEJOS

Deja un comentario